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viernes, 23 de septiembre de 2016

REFLEXIÓN ACERCA DE: ¿CÓMO NACE UN PROYECTO DE INVESTIGACIÓN?

Mochuelo, fotografía tomada por Juan Cuotto (Venezolano)



Autor: Gilberto Aranguren Peraza

Caracas, 1995



    Cuando se habla de investigación, se asume un término que se aplica a un campo muy amplio de actividades, que a través de los tiempos ha dejado de ser complejo, extraordinario e identificable. Ya que se observa mediante la práctica, que los esquemas de investigación no queda sólo a grupos exclusivos de individuos. El docente del aula, el coordinador de la escuela a igual que el director (a), así como los profesionales de cualquier área, seas ésta científica o humanística, es también gente dedicada a desarrollar investigaciones, no con la connotación y la dimensión con que lo ejercen grupos más especializados, sino dentro de un marco de subjetividad y sencillez, a modo de solventar situaciones problemáticas concretas y particulares; Por otro lado, con frecuencia la rutina de algunos educadores ha conducido el fin escolar a concepciones y esquemas repetitivos, sin proveer transformaciones a las aptitudes tanto colectivas como individuales, esto exige, por supuesto, una participación seria y convincente en lo que respecta las dimensiones históricas –contextuales y teóricas – epistemológicas del conjunto de fases o momentos de los fenómenos y estructuras.

    En el afán de alcanzar las razones para llevar a cabo la comprensión de la verdad y hacer consciente las limitaciones, tanto contextuales como históricas, los hombres y mujeres abordan las problemáticas con las premisas de estructurar y crear nuevos conocimientos. Ahora bien, esta necesidad no avanza por si sola, la construcción o aporte humano a la teoría  va enlazada con los gustos e intereses personales y colectivos y por supuesto con la pretensión de promover alternativas a las ambigüedades, confusiones y cuestionamientos de la realidad.

    Surgen así preguntas que se hace el sujeto investigador, al iniciar un proyecto de investigación: ¿Es de interés el tema? ¿Me gusta? ¿Me interesa? ¿Qué nuevos aportes al conocimiento se logrará con este proyecto? ¿Qué trascendencia histórica – geográfica se promoverá?. El interés o el gusto por algún tema específico debe relacionarse con los contextos – históricos – personales y atendiéndose al conocimiento previo del sujeto, es desde allí que se justifica la razón de la investigación, la relevancia del trabajo, el impacto posible que podría generar y el asumir que se está entrando a lo desconocido.

     La investigación, su proceso y proyecto no está solo en el concepto definido estricto a lo cual debe regirse para ser evaluado como tal, pero tampoco en el extremo anárquico y subjetivo que pretende de modo incontrolado sustituir la dinámica metodológica por propuestas que no contribuyen a sistematizar el aprendizaje y crear nuevas formas de pensar.

     De hecho, lo cierto es que la mayoría de los investigadores han tenido que asumir la investigación, como única posibilidad para la producción del conocimiento, el cómo se logra esto es la discusión.

     El nacimiento de un proyecto de investigación exige por sí solo una intervención del investigador, de su participación depende el impacto que tendrá, en otras palabras la investigación debe ser el eje para promover las transformaciones, no solamente del pensamiento sino del contexto.

    Aunque parezca radical, es preferible ejercer investigaciones con problemáticas bien focalizadas, en un espacio delimitado con la prevención de los obstáculos y sus incidencias en las metas, queriendo decir con esto, que es menester hacer proyectos en un marco de sencillez, ya que la pretensión de asumir situaciones muy amplias que impide la intervención de los investigadores, aún siendo los trabajos muy importantes y creativos, no tienden a suavizar los problemas, mucho menos erradicarlos, es de ciencia parcelar las investigaciones para que sus posibles alternativas de solución lleguen y sean eficaces. Muchos creemos que la investigación es sólo aquello que llena páginas de esquemas y cuadros y no lo que después de un proceso incide en la realidad.

     Por otro lado las concepciones alternas a las investigaciones de tipo tradicionalistas, como las que se rigen dentro de los enfoques Fenomenológico – Interpretativos y de acción, se han permitido originar un sin fin de contradicciones que no vienen al caso, como por ejemplo ambicionar el logro de la producción de los conocimientos sin una organizada sistematización que permita socializar lo aprendido de una manera auténtica y verificable.

      Es imprescindible, con cualquier enfoque epistemológico, el estructurar los objetivos de manera alcanzable, pero no perdiendo la perspectiva dinámica de la investigación, desarrollando estrategias que puedan, mediante la evaluación permanente, modificarlos y hacerlos más accesibles.

      Sobre la base de esta discusión se pregunta: ¿Cómo ha nacido el problema de investigación personal?, Sin querer caer en el anarquismo y las falsas presunciones, menos aún en las contradicciones que pudiesen generar el hecho de a veces creer si es o no necesario el suponer un problema para propiciar un proyecto, o más bien la libertad de descubrirlos y no precisamente  “investigar un problema determinado” (Martínez, 1991). Claro está esto exige reflexión, diálogo y comprensión al respecto.

       En lo que se refiere a mi problema, para la ejecución del proyecto, (a mi modo de ver) me encuentro en la búsqueda  del mismo, ya que se hace relativo la percepción, y para intervenir es como importante e interesante el negociar o el dialogar consensualmente para hacer conscientes a los sujetos que “participan y participamos” en las situaciones que se intentan provocar.

       Una de las consideraciones limitantes dentro del proyecto pensado, es la de encontrar los nexos que impliquen satisfacer de parte y parte los logros de un conocimiento nuevo por supuesto de sistematizar los aprendizajes.

        En conclusión, esta reflexión sólo ayuda a consolidar el “norte” y poner las expectativas al servicio de la creatividad y a partir de allí planificar y actuar en el proceso.



Bibliografía:



Martínez M, (1991): La investigación Cualitativa Etnográfica en Educación. Caracas, Edit. Texto S.R.L. 

  

lunes, 12 de septiembre de 2016

LA JUSTIFICACIÓN DE UN TRABAJO DE INVESTIGACIÓN




Paisaje cultural cafetero de Colombia

Autor: Gilberto Aranguren Peraza

¡Qué difícil se hace a veces justificar un trabajo de investigación!. Se nos complica porque no sabemos en verdad el significado de “justificar”. La justificación representa una actividad cognitiva de comprensión de gran importancia. De manera, que al hacer la justificación en un trabajo de investigación estamos llevando a cabo una actividad de comprensión. O sea, estamos demostrando que comprendemos el asunto que investigamos.
Cuando nos acercamos a investigar el término “justificar” descubrimos que el mismo nos remite a lo siguiente: Justificar: “demostrar o probar que algo es justo o equitativo”. Ahora bien, cómo aplicar esta definición al término justificar, y con precisión al asunto investigado. Para ello, hay que entender que las investigaciones tienen propósitos definidos, los cuales deben ser lo suficientemente fuerte para que puedan ser justificados en un contexto investigativo.
Cuando justificamos una investigación consideramos el valor de dicho trabajo. La justificación, en este sentido es la valorización de nuestro trabajo. ¿Qué tan importante es nuestro trabajo que merece ser investigado? Esa es la pregunta inicial que debemos hacernos al intentar justificar un trabajo de investigación.
Lo primero que hay hacer en el marco de la realización de la pregunta anterior, es explicar lo conveniente que resulta la realización de la investigación, cuáles son sus beneficios, cuál es el provecho de la misma. En este sentido Hernández Sampieri, Feernández y Baptista (1998), señalan lo siguiente:
  
(…) el pa­sante deberá explicar a un comité escolar el valor de la tesis que piensa realizar, el investigador universitario hará lo mismo con el grupo de personas que en su ins­titución aprueba proyectos de investigación e incluso con sus colegas, el asesor tendrá que explicar a su cliente las recompensas que se obtendrán de un estudio determinado, el subordinado que propone una investigación a su superior deberá dar razones de la utilidad de ella. Lo mismo ocurre en casi todos los casos (p.14)

Es pertinente definir algunos criterios para justificar un trabajo de investigación considerando cinco aspectos de interés: la conveniencia, importancia social, trascendencia práctica, justificaciones teóricas, utilidad metodológica.
La conveniencia. Esto supone pensar qué tan conveniente es hacer la investigación, o sea ¿para qué sirve la investigación? ¿Cuál es su utilidad en los contextos en que se desenvuelve el investigador? ¿Cuál es el alcance en ese contexto?
Importancia social. En este aspecto hay que ver la investigación en los contextos sociales donde se implica de manera que pueda entenderse su alcance en ellos. Para responder a la importancia social, es imprescindible preguntarse: ¿Cuáles son los beneficios que trae esta investigación para la sociedad? ¿Quiénes se van a beneficiar de ella? ¿Cuál es el alcance social de la investigación? ¿Cuál es o sería la trascendencia de los resultados de la investigación?
Trascendencia práctica. Para responder a este criterio hay que ver la investigación en el contexto donde se realiza y preguntarse: ¿Cuáles son los problemas que ayudan resolver el proyecto de investigación? ¿Cuáles son las implicaciones del trabajo en un contexto más amplio de dónde se realiza?
Justificaciones teóricas. En esta sección se busca responder los vacíos teóricos que la investigación es capaz de llenar. La idea es preguntarse ¿Para qué puede servir la información y los aspectos teóricos surgidos del proyecto en un contexto más amplio del que se ha utilizado para investigar? O lo que sería lo mismo ¿Para qué nos puede servir la información que hemos obtenido de la investigación? ¿Qué trascendencia tienen los aspectos teóricos que puedan surgir del proyecto? ¿A qué aspectos teóricos de mayor envergadura puede responder la información lograda durante la investigación?
Utilidad metodológica. A nivel metodológico, para qué puede servir la investigación. ¿Cuáles son los aportes técnicos, de instrumentos, metodologías de la investigación para beneficiar otras áreas del conocimiento? En el caso de hacer experimentos ¿Cuál es el alcance de dichos experimentos en el contexto de investigaciones sucesivas y que respondan al hecho de mejorar la calidad de vida de los habitantes de una región o país.
Por supuesto, es complicado pensar que una investigación dé respuestas positivas a cada uno de estos criterios, pero imprescindible que el investigador sea capaz de hacerse cada una de esas preguntas, y aquellas que sea capaz de responder sirvan como marco de justificación de la investigación.

Bibliografía
Hernández, S., R., Fernández, C. C. y Baptista, L. P. (1998). Metodología de la investigación. (2da. edic.). Naucalpan de Juárez, México: McGraw – Hill.